6 de cada 10 personas desempleadas son jóvenes y mujeres menores de 34 años, señalan economistas de la UNA

Las mujeres menores de 34 años de edad y los jóvenes, son las dos poblaciones con las que se ha ceñido el desempleo durante la pandemia.

Así lo señalaron expertos de Escuela de Economía y el Observatorio Económico y Social de la Universidad Nacional (UNA), sobre la evolución del empleo, la situación actual y perspectivas futuras a partir de datos del INEC.

De acuerdo con el economista Greivin Salazar “la cantidad de jóvenes que no trabajan, ni estudian se incrementó, incluso por encima de los valores observados en la etapa más fuerte del confinamiento”.

Entre este grupo, según dijo, las mujeres jóvenes y particularmente las que no tienen hijos, son las más afectadas por el desempleo.

En síntesis, el experto dijo “que 6 de cada 10 personas desempleadas son jóvenes y mujeres menores de 34 años de edad”.

Salazar, explicó “que durante la fase de confinamiento, la situación obligó a las personas a salir del mercado laboral, a trabajar menos horas, o bien, a laborar en la informalidad”.

Con respecto al mercado laboral, manifestó “que 215.821 personas han perdido el empleo y 71.975 han salido del mercado laboral”.

Además, 9 de cada 10 personas desempleadas buscan tener mayor estabilidad laboral y económica, y 8 de cada 100 personas están sin empleo.

Agregó que a las regiones que más les costará recuperar el empleo son Guanacaste, Zona Norte, el Caribe y el Valle Central, y que los sectores más afectados son el turismo, el comercio y la construcción.

Para el investigador y economista de la Universidad Nacional (UNA) Fernando Rodríguez, es necesario enfocarse en una estrategia que implemente un enfoque de género muy fuerte.

Para Rodríguez, “también es necesario desarrollar estrategias económicas que involucre en el mercado laboral y educativo a estas dos poblaciones: la juventud y las mujeres”.

El análisis de los economistas muestra que la pérdida de empleo es una situación generalizada, por lo que se requiere de una recuperación económica equilibrada en salud, apertura, empleo de clasificación media, especialmente para mujeres y jóvenes.

Asimismo, los expertos aconsejaron repensar el patrón de crecimiento económico, el nivel de escolaridad de la población, para facilitar la transición desde la economía tradicional a la nueva economía.  

También explotar las oportunidades de descarbonización y transformación digital de la economía, sin dejar de lado el redoblar esfuerzos para cerrar la brecha digital con la ejecución de los recursos de FONATEL y crear un pacto social para repensar la Costa Rica de las próximas décadas siendo inclusiva, sustentable y viable.