El tamizaje ocular, técnica que consiste en una revisión y valoración exhaustiva del ojo del recién nacido en busca de anormalidades, es vital para evitar o detener algunas enfermedades oculares, poder tratarlas anticipadamente y mejorar su pronóstico.
Es tal la importancia, que el exministro de Salud, Daniel Salas, en conjunto con la exvicepresidenta Epsy Campbell, presentaron en el 2021 un proyecto de Ley de Tamizaje Ocular a la Persona Recién Nacida, el cual fue elaborado por especialistas del Hospital Nacional de Niños y del Hospital de la Mujer. La propuesta, que se encuentra en la Asamblea Legislativa, pretende que toda persona recién nacida reciba una valoración ocular temprana. Este examen, que se recomienda en bebés menores de 2 meses, sería obligatorio para hospitales públicos y privados.
“Un tamizaje o revisión temprana permite corregir desde un párpado caído que puede provocar ceguera, hasta malformaciones o cicatrices de la córnea, la falta de iris o iris incompleto, cataratas, hemorragias dentro del ojo producto del mismo parto, lesiones en el nervio óptico o secuelas de alguna infección que haya sufrido la mamá”, explicó la dra. Maricela Arana, oftalmóloga de PediaClinic y una de las propulsoras del proyecto de ley y del tamizaje de ojos en recién nacidos en Costa Rica.
Según el proyecto de ley, la eliminación de causas prevenibles de ceguera y discapacidad visual es una intervención básica y prioritaria en salud pública. La ceguera infantil prevenible es un problema de salud evitable con implicaciones no solamente para el niño afectado y su familia, sino también para la comunidad y para la sociedad. Y es que aproximadamente un 60% de la información sensorial que recibe un niño durante su desarrollo proviene del estímulo visual, por lo cual, el impacto de la ceguera en su desarrollo físico, social y sensorial es muy significativo.