Para trabajar en software, ciberseguridad, realidad virtual o uno de los tantos trabajos que hoy ofrecen las industrias tecnológicas, no siempre es obligatorio graduarse de la universidad.
Si bien es cierto, un título de ingeniería, por ejemplo, puede abrir puertas, en muchas empresas, una certificación es suficiente para atender la necesidad del empleador, que busca trabajadores que cumplan una función en particular.
Las certificaciones validan un conocimiento, por ejemplo, en ciberseguridad. Puede que una persona no tenga ni siquiera la secundaria, pero estudió ciberseguridad, se certificó y se convierte en un recurso valioso para una empresa.
“Las certificaciones de industria han sido resultado de la urgencia que tienen las empresas de cerrar esas habilidades que no se logran cerrar tan rápido en el sistema tradicional educativo, y por eso es que hay certificaciones de empresas como Google, de Microsoft, etc., que encontraron el nicho en el cual necesitan el talento y saben exactamente esa porción de conocimiento que necesitan y encontraron una manera ágil, eficiente y de rápido resultado que le permite desarrollar las competencias y certificar esa competencia, que es una competencia que es como un pasaporte internacional, porque una persona con estas certificaciones es lo mismo en Costa Rica que en cualquier país”, explicó Vanessa Gibson, Directora de Clima de Inversión de la Agencia de Promoción de Inversiones de Costa Rica, CINDE.
La importancia de las certificaciones revoluciona el mercado educativo y laboral. Por eso, es una gran oportunidad para satisfacer las necesidades de las empresas.
“Porque entonces al final ¿qué es lo que necesitamos nosotros para atender la manufactura avanzada, los grandes clusters de equipo médico que estamos desarrollando? Técnicos, acreditaciones, certificaciones. Ese es un tema fundamental porque lo que estamos formando hoy, yo lo denomino el obrero del siglo XXI. Las herramientas que tiene son diferentes, va a tener que tener herramientas asociadas a la robótica, a la inteligencia artificial, a la conectividad, a las tecnologías de la información y la comunicación, esas habilidades y destrezas hay que dárselas a los jóvenes”, añadió Emmanuel González, rector de la Universidad Técnica Nacional.
En este nuevo escenario, varios expertos creen que el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) podría jugar un rol fundamental. Aunque en internet es posible formarse en áreas como ciberseguridad o análisis de datos, la mayoría de certificaciones tiene un costo muy elevado.
“El INA tiene que remozar completamente su oferta, la que está más ligada al área de la autogestión, al autoaprendizaje, y además lo que está relacionado con los programas que están de acceso en la web. Ahí hay una gran oportunidad y hay que tomarla en la medida que hay que vincularse con la diferentes empresas o compañías que tienen este tipo de certificaciones en temas de tecnología o de infraestructura en la nube”, concluyó Juan Alfaro López, presidente Ejecutivo del INA.
En momentos en que el país registra un 11.8% de desempleo, las certificaciones podrían convertirse en una solución a corto, mediano y largo plazo para que muchos costarricenses se reinserten al mercado laboral, ya que algunas certificaciones requieren menos de un año de estudio.