Las habilidades y competencias de hoy y del futuro, que les permitan a las personas desenvolverse en un mundo que ya no conoce fronteras.

Bajo la palabra STEM, las Ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas se convierten en herramientas para la vida. Si le agregamos la letra A, hablamos de STEAM y agregas las artes y el pensamiento creativo relacionado con estas.

Este término se ha relacionado con las profesiones y trabajos en cada una de estas áreas, pero STEM va más allá, es una cultura, un pensamiento, una forma de aprender y de convivir con el entorno.

La necesidad de nuestro país no pasa solo por formar personas en carreras o técnicos en STEM, sino de desarrollar en ellas habilidades blandas, pensamiento científico, artístico, entre otros.

“Definitivamente en este momento el país tiene un reto importante, un reto que empieza por la cultura STEM más que por las carreras STEM, en la cual sí necesitamos educar no solamente a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, sino a la población en general, de que la tecnología, la ciencia, la mate y las artes son parte integral de nuestro día a día y en ese sentido todos vamos a tener que aprender a pensar en STEM y además a desarrollar nuevas habilidades que nos fortalezcan nuestra conexión con el mercado laboral, con la manera cómo aprendemos y estudiamos, incluso la manera en cómo interactuamos como sociedad”, explicó Vanessa Gibson, Directora de Clima de Inversión de la Agencia de Promoción de Inversiones de Costa Rica, CINDE.

La capacidad de enfrentar la incertidumbre, inclusive la adaptación al cambio, son parte de las habilidades STEM que pide el mundo actual.

“Si usted no desarrolla esas habilidades en el ser humano, porque usted tiene que educar para la vida, no educar para la revolución 4.0, usted tiene que educar para la incertidumbre. ¿qué pasa cuando ese joven no tenga empleo? Él va a tener que ser creativo, innovador, emprendedor, con valores, que le permita sacar adelante”, analizó Emmanuel González, rector de la Universidad Técnica Nacional.

Aunque los expertos consultados consideran que los adultos podemos reeducarnos en la cultura STEM, todos coinciden en que el trabajo se debe dar desde que los niños están en preescolar.

“Entonces si empezamos desde los chiquitos, porque la OCDE nos dice invierta en primera infancia. Los niños de preescolar son felices resolviendo problemas, cuando se llega a primer grado, pasa un fenómeno que ya no son creativos, algo les hacemos, le quitamos la crayola como decimos. Y esos niños empiezan a resolver problemas solo bajo una línea”, añadió Melvin Chaves, viceministro académico del MEP.

STEM plantea que las personas tengan la capacidad de pensar en cómo resolver un problema, y no hacerlo mecánicamente, como ha sido el enfoque de la educación primara y secundaria de nuestro país. Lograr el pensamiento crítico, trabajo en equipo, innovación, resolución de problemas, entre otras, permite a las personas solucionar problemas de la vida personal y de su entorno.

Publicidad Aproveche la mejor conexión en Fibra Optica para su empresa con RACSA