Fatiga, frío, falta de aire, mareos y, en algunas ocasiones, desmayos, son parte de los síntomas que describe la enfermedad renal crónica, un padecimiento que daña progresivamente los riñones y que prolifera en Centroamérica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según datos de la organización internacional, World Kidney Day, una de cada diez personas padece de la enfermedad renal crónica, lo cual equivale al 10% de la población mundial; y de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) es la segunda causa de muerte en la región centroamericana y del Caribe.
Por esta razón, y en el marco del Día Mundial del Riñón 89 de marzo), la Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma), realiza un llamado a los gobiernos y a la población para que adopten medidas preventivas que les permitan salvaguardar la salud de los riñones.
“Se trata de una enfermedad muy silenciosa, que avanza progresivamente. No es hasta presentar síntomas muy notorios tales como la presión arterial alta, la hinchazón de manos y pies, la coloración y picazón de la piel, y una constante fatiga, que el paciente se alarma y acude al médico”, indicó el doctor Mauricio Chávez, asesor cardiorrenal para Centroamérica, Caribe, Ecuador y Perú de Bayer.
La enfermedad renal crónica suele estar relacionada con otros padecimientos como la hipertensión arterial y la diabetes tipo 2. Ambas enfermedades presentan índices en crecimiento en los últimos años, con más de 250 millones de personas padeciendo de presión alta, y 62 millones de personas con diabetes en el continente americano, según datos de la OPS.
Se estima que un 40% de los pacientes con diabetes tipo 2 llegan a presentar complicaciones renales que podrían restar hasta 16 años de su vida; esto debido a una muerte prematura o a presentar una discapacidad a causa de la enfermedad.
Existen una serie de acciones preventivas que las personas pueden desarrollar en su día a día.
“Adoptar un estilo de vida saludable en donde la constante actividad física y la alimentación permitan mantener niveles adecuados de presión arterial y azúcar en la sangre. Además, la constante hidratación, evitar fumar y chequear regularmente su presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre a través de exámenes regulares, son otras de las recomendaciones que brindan las organizaciones internacionales”, recomendó el doctor Chávez.
Datos de Costa Rica
En el caso de Costa Rica, el Dr. Javier Alonso Estada Zeledón, nefrólogo del Hospital Enrique Baltodano, enfatiza que no hay datos exactos sobre la prevalencia de la ERC en el cantón ni en el país.
No obstante, a nivel general, en el Hospital Enrique Baltodano sí han captado una cifra importante de casos, en los cuales la gran mayoría de las personas se presentan con un estadío avanzado y hasta irreversible.
“Nosotros vemos todo Guanacaste además del cantón de Upala y Jicaral. Aproximadamente, damos más de 800 consultas por mes y en estadío final tenemos a casi 350 pacientes con diálisis peritoneal, 33 con hemodiálisis y casi 40 que han sido trasplantados”, amplió el Dr. Estrada.
En cuanto a la morbilidad, sobre factores ambientales asociados a la ERC en Costa Rica del 2017-2020, se indicó que en esta provincia se han identificado patrones espaciales con cifras altas de casos. Incluso, cuando se carecían de registros ya se veía la tendencia por egreso hospitalario.
“Liberia, cabecera de la provincia de Guanacaste, presenta una de las tasas más altas de morbilidad con 5 casos por cada 1 000 habitantes. Sin embargo la tasa es más alta en distritos como Colonia, Patio de Agua, Santa Rita, Sixaola y Huacas que encabezan el listado de mayor morbilidad”, manifestó en un informe de la Universidad de Costa Rica.