Las víctimas de sextorsión en el país pagan desde ¢10.000 hasta ¢4.000.000 (unos $7000) para evitar que delincuentes filtren sus fotos o videos íntimos a familiares o amigos.

Así lo reveló José Solano, jefe de Unidad de Investigación de la Sección de Delitos Varios, durante una conferencia realizada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

En ese encuentro con la prensa, Solano indicó que, desde enero del 2022 al 20 de febrero del 2023, se presentaron 416 denuncias en todo el país por este delito, en el que los extorsionadores exigen diferentes sumas de dinero a cambio de mantener las imágenes en supuesto buen recaudo.

Más en detalle, solo en San José en lo que llevamos de este año, se han generado 50 denuncias por este ilícito, precisó el agente.

Solano dijo que, con base en el análisis de estas quejas, se ha logrado detectar que existen bandas organizadas que se dedican a cometer estas sextorsiones. Tienen tres modos de operar:

  • Correo electrónico: Delincuentes fingen formar parte de policías extranjeras y le indican a sus víctimas que son investigadas por pornografía. A cambio de evitar esa pesquisa, les solicitan sumas de dinero.
  • Redes sociales o páginas web: Las víctimas buscan encuentros sexuales y, en medio de esa intimidad, envían fotos a desconocidos. Estos últimos terminan por extorsionarlos.
  • Relación de confianza: Personas envían contenido sexual a su compañero sentimental o amigo y este último aprovecha el contenido para pedirle dinero.

Indicó que, una vez que obtienen el material, piden cantidades de dinero muy variables entre si. Pero lo que sí es definitivo que, si el ofendido accede, lo seguirán extorsionando.

“Tenemos un caso donde la persona pagó ¢800.000 en diferentes tractos y hubiese seguido pagando más dinero, si no hubiese acudido a las autoridades”, acotó.

Por ello, insistió, es vital que ante una extorsión de este tipo, la víctima no haga ningún pago y que, por el contrario, denuncie lo que pasa. “Piensan que si pagan, no van a publicar las fotos, pero eso no es garantía real de nada”, apuntó.

¿Quiénes son los afectados y victimarios?

Sobre los ofendidos, el agente mencionó que la mayoría son hombres. De hecho, puntualizó que del total solo 53 eran mujeres, a quienes sus exparejas las estaban chantajeando con las imágenes sexuales.

En cuanto a las edades, se tiene que de las 416 víctimas, 21 eran menores de edad; 156 tenían entre 18 y 29 años; 94, entre 30 y 39 años; 70, entre 40 y 49 años; y, 64, entre 50 y 64 años.

El resto (14 denuncias) tienen como ofendido a mayores de 65 años.

Sobre las bandas organizadas, Solano mencionó que son personas sin oficio y que, en su gran mayoría, cuentan con amplio expediente criminal.

Dificultad en investigación

El agente explicó que la pesquisa, generalmente, se ve afectada porque las víctimas tardan mucho en interponer denuncia.

Y, cuando acuden a las autoridades, suelen sentir pena sobre lo ocurrido y “borran conversaciones que mantuvieron con la persona y eso no complica”.

Generalmente, agregó, estas investigaciones tardan entre tres y cinco meses, ya que, incluso, en ocasiones deben hacer consultas a Policías de otros países.

 

 

 

 

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