Nicole Mesén es una regidora de la Municipalidad de Goicoechea y activista de los derechos de las personas con discapacidad, ella junto con otra veintena de personas se han asociado a las Naciones Unidas para producir el libro “Soy una persona con discapacidad en Costa Rica y esta es mi historia”.
Esta publicación es parte de una serie de relatos que las Naciones Unidas ha recopilado en Costa Rica para visibilizar la situación de personas y grupos específicos. La primera publicación de esta serie reconoció a las personas afrodescendientes, luego fue a las personas indígenas, ahora le tocó el turno a las personas con discapacidad, y la cuarta entrega será de personas migrantes.
“Es un gran desafío para la ONU, los Estados y las sociedades en general, apoyar a este y otros grupos que han vivido en la exclusión, que han tenido que enfrentar luchas sumamente complejas. Se trata de escucharlos, apoyarles y reafirmar sus aspiraciones de igualdad y de justicia social, como válidas. Estamos aprendiendo cada día sobre cómo asegurar una verdadera inclusión y accesibilidad para todas las personas. La representatividad es clave, lograr que más personas con todos los tipos de discapacidad accedan a empleo y a puestos de liderazgo”, destacó Allegra Baiocchi, máxima representante de la ONU en el país.
En la actividad de lanzamiento de la publicación participó la vicepresidenta de la República de Costa Rica, Mary Munive, quien fue destacada por la ONU como socia estratégica para llevar soluciones y respuestas a las inquietudes y necesidades con las que viven las personas con discapacidad y otros grupos excluidos de las oportunidades del desarrollo.
¿Quién es Nicole?
“Soy hija de un ama de casa y un pintor automotriz”, así se define a sí misma, Nicole Mesén, activista costarricense por los derechos de las personas con discapacidad.
Nicole, nació con osteogénesis imperfecta, una condición en la cual los huesos se fracturan con facilidad y que también produce daños en los músculos, los dientes, la columna vertebral y el oído. Ha sufrido más de 100 fracturas a lo largo de su vida, además de impedirle la movilidad, por lo que es usuaria de silla de ruedas.
“El haber nacido con una situación de discapacidad es complejo, no por la discapacidad en sí, sino por todas las barreras que genera la sociedad, porque histórica y culturalmente hemos generado un modelo de personas y si alguien rompe ese modelo lo que hacemos es segregarle y generarle un sinfín de barreras porque construimos la sociedad con ese modelo”, explica.
A los 18 años Nicole se convirtió en activista por los derechos de las personas con discapacidad. Eligió como medio para hacerlo las redes sociales porque se le hacía más fácil que salir a la calle.
“Decidí hacerlo desde mi propio privilegio, porque aún y con todas las barreras que tenía, yo tuve una mamá que me dio todas las herramientas, ella me dio la Ley 7600 cuando solo tenía 7 años y me dijo: aprenda a valer sus derechos porque nadie lo va a hacer por usted”, menciona la activista.
A los 22 años se convirtió en la primera persona con discapacidad electa como regidora de Goicoechea, municipio de la capital San José, puesto en el que se desempeña actualmente, a sus 29 años. Pero no se conforma. Nicole quiere convertirse en abogada para defender los derechos humanos a través de su profesión. También desea seguir siendo activista.
Discapacidad en Costa Rica
Según datos oficiales en Costa Rica más del 18% de la población tiene alguna discapacidad, lo que equivale a más de 670.000 personas. De la totalidad de personas con discapacidad en el país, 39,1% son hombres y 60,9% son mujeres.
Si bien más del 88% de esta población tiene acceso a seguridad social, Costa Rica todavía enfrenta importantes desafíos para asegurar su derecho a educación y trabajo.
Por ejemplo, solo el 5,7% de la población con discapacidad que tiene 18 años o más asiste a la educación formal y el 95,5% acude a centros educativos que no tienen apoyo relacionado con adecuaciones curriculares. Además, el 55,4% de los centros educativos a los que asisten no son accesibles.
Por otra parte, el 56% de las personas con discapacidad con 18 años o más no tiene empleo.