Como una sorpresa “desagradable” e inesperada, con una sensación fría y desairada, algunos costarricenses vieron al candidato presidencial del Partido Progreso Social Democrático, Rodrigo Chaves ascender y colocarse de segundo en la carrera presidencial.
Las encuestas de las universidades públicas realizadas en enero, lo colocaban en el espectro político con un potencial fuerte para crecer este 6 de febrero, pero en principio en un puesto por debajo, incluso, de candidatos como Lineth Saborío y Fabricio Alvarado.
El primer resultado oficial de la noche lo colocó en un tercer lugar, pero con grandes posibilidades de avanzar, y así fue, en poco tiempo Chaves igualó a Alvarado y con más velocidad en los minutos siguientes logró desprenderse y alzar vuelo.
El resultado con casi el 90% escrutado es de 27,26% José María Figueres y 16,70% Rodrigo Chaves, ya definida la segunda ronda.
Pero, ¿Cómo logra Rodrigo Chaves colarse en la segunda ronda?
Para el político e investigador del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo-UNA) José Andrés Díaz, la figura de hombre fuerte y los altos niveles de abstencionismo llevaron a Rodrigo Chaves a sorprender en los resultados electorales de primera ronda.
“Parece que se continúa con la tendencia de lo ocurrido en el 2014 y 2018 de tener en segunda ronda, al menos un candidato que despega de forma “tardía” en la intención de voto”, destacó D´íaz.
“Buscó proyectar una imagen de “hombre fuerte” durante la campaña, algo que puede ser atractivo para una parte del electorado; y la fragmentación electoral y el abstencionismo también jugaron a su favor. De esta forma, si bien está en segundo lugar, parece que está superando finalmente a Fabricio Alvarado por entre 2% a 3% de los votos válidamente emitidos” añadió.
Sobre el abstencionismo, Díaz considera que gran número de la población que se mostraba en las encuestas indecisas, optó al final por no salir a votar. Afirma que es muy probable que no hayan encontrado una propuesta con la cuál identificarse.
Segunda Ronda.
A partir de hoy la política nacional entra en un proceso de balotaje, ambos candidatos deberán buscar estrategias de discurso, comunicación y coaliciones que lo coloquen, a uno de ellos en la silla presidencial.
Una segunda ronda que suponen los expertos políticos, podrían hacer crecer los niveles de abstencionismo.