La competencia lectora en Costa Rica está en alerta roja. Se estima que el 74% de los estudiantes se ubica en los niveles más bajos de desempeño en esta área, es decir que al salir de secundaria apenas cuentan con destrezas básicas de lectura. La razón: los malos hábitos de lectura, así como el empleo de estrategias inadecuadas y actitudes deficientes hacia esta práctica. 

Así lo confirma el Octavo Informe Estado de la Educación 2021, que encontró que los resultados de las pruebas PISA en Costa Rica son persistentemente malos desde el 2009, lo que afecta la capacidad de aprendizaje de los estudiantes.

Las pruebas internacionales PISA permiten a los países de la OCDE medir el desempeño educativo. 

“El efecto principal en el desempeño académico de lectura se da por los hábitos, actitudes y decisiones de los estudiantes. La pruebas PISA nos revela que los hábitos de lectura son bastante deficientes, el 74% de ellos se ubica en los niveles más bajos de capacidades de lectura, pero contrariamente se consideran muy buenos lectores. Es decir que consideran que sus hábitos y estrategias son muy buenas y no tienen ningún problema para leer”, comentó Katherine Barquero, investigadora del Estado de la Educación. 

Si vemos un poco más de datos, el Estado de la Educación 2021 encontró que 45% de los estudiantes muy rara vez o nunca leen libros. Un 38% dicen leer con frecuencia libros digitales o físicos así como en dispositivos electrónicos. Un 47% reportó no practicar la lectura por placer; y, dentro de la mitad de quienes leen por placer (53%), solo el 19% le dedica más de una hora al día. 

El informe afirma que el escenario crítico en esta rama de la educación, ya se presentaba previo a la pandemia y advierte que de no cambiar la motivación y el desarrollo de destrezas lectoras se profundizarán los rezagos académicos en el futuro.

También plantea las desigualdades como el acceso a libros, dispositivos y espacios propicios para la lectura como una realidad que dificulta el avance en el entorno dentro del hogar. 

“El efecto que nosotros destacamos puede generar un cambio más inmediato es la mediación pedagógica docente. Son nuestros docentes y esa interacción entre docente y alumno, la que nos puede ayudar a cambiar estas condiciones”, dijo Barquero.

Pese a esta herramienta el estudio afirma que la práctica de lectura inadecuada también se mantiene dentro de las aulas. El 59% de los estudiantes leyeron solo una vez en clase previo a la prueba PISA textos, tablas o gráficos. 

“El 79% de los docentes continúan con prácticas tradicionales de enseñanza, cuando lo que debe prevalecer es el enfoque comunicativo. Es decir, en vez de estar respondiendo preguntas del texto leído: dialogar, compartir, discutir y conversar sobre las principales conclusiones del texto, por ejemplo”, mencionó la investigadora. 

Los expertos advierten que de no mejorar las habilidades de lectura tampoco se lograrán mejores rendimientos en áreas como matemática o ciencias. Además, afirman que los hábitos determinan cuál será el desempeño de los estudiantes en competencias digitales al desarrollar habilidades para el uso crítico de la información. 

La pandemia dejó un recorte del 50% del currículo de español tanto para primaria como para secundaria; afectando en su mayoría la expresión y comprensión oral, clave para el desarrollo de la competencia lectora.

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