Cerca de 24 horas después de que la primera vicepresidenta de la República, Epsy Campbell, anunciara en redes sociales que Costa Rica abrió sus fronteras para servir como puente humanitario para las mujeres afganas que buscan refugio, la presidencia de la República emitió un comunicado en el que aclara que aún no se ha tomado una decisión sobre la supuesta apertura, tal como lo anunció la Campbell.
De acuerdo con el comunicado emitido por Presidencia, “Costa Rica ‘ha estado considerando’ recibir un pequeño grupo de 48 mujeres provenientes de Afganistán que están laboralmente vinculadas con Naciones Unidas en ese país”.
El vicecanciller de asuntos multilaterales, Christian Guillermet, comentó en el mismo escrito:
“El país tiene una larga tradición de colaboración con Naciones Unidas y con su personal y ante una situación como la vivida en Afganistán, estamos analizando esta posible cooperación con el sistema, dentro del marco de la legislación nacional”.
Un día antes, Epsy Campbell publicó tanto en la red social de Facebook como en Twitter:
“Costa Rica ha abierto sus fronteras y servirá como puente humanitario para las mujeres afganas que buscan refugio. Todos debemos tomar las medidas necesarias dentro de nuestro ámbito de acción para salvaguardar la vida y el bienestar de los niños y las mujeres de Afganistán”.
En su mensaje, publicado originalmente en inglés, la primera vicepresidenta hace un llamado a Naciones Unidas para crear un frente internacional de mujeres y niñas afganas, con el propósito de proteger su vida y derechos.

Afganistán entró en un periodo convulso desde la semana anterior cuando las fuerzas talibanes tomaron el poder de la capital Kabul, luego de la retirada de las tropas estadounidenses. Tanto su población como la comunidad internacional teme por la violación de derechos humanos en especial de las mujeres, debido a los antecedentes extremistas.
Según la Agencia de la ONU para refugiados en Costa Rica, en los últimos 5 años el país ha experimentado un aumento significativo en el número de solicitantes de la condición de refugiado, principalmente de Nicaragua y Venezuela. En el 2020, Costa Rica acogió a 121.983 personas.