La pandemia puso en evidencia nuevas necesidades urbanas y espacios de convivencia para las familias, cuyos miembros se vieron obligados a pasar más tiempo en las viviendas. Trabajar, estudiar, hacer deporte, jugar, se convirtieron en actividades que debían coexistir en un mismo lugar.
Una apuesta a diseños de viviendas modulares y con estructuras flexibles con separaciones entre espacios; así como viviendas con balcones, jardines o patios en el caso de las más pequeñas y sin luz natural, forman parte de las nuevas necesidades para las familias.
Las conclusiones forman parte del informe de Tendencias del Sector Vivienda 2020, realizado por el programa de Posgrado de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica.
Durante el confinamiento no todas las personas han tenido igualdad de condiciones, pues un 8,5% de las viviendas del país está en mal estado; es decir, en mala condición de techo, paredes externas y de piso, según datos del informe.
Esto significa que más de 440.000 personas han tenido que llevar el confinamiento en malas condiciones de vivienda.
También se detalla que la longitud de las viviendas de, al menos 79 mil familias, es decir, de 1,8 millones de personas ocupadas que trabajaron desde la casa en el 2020, son de 60 metros cuadrados o menos.
La población debe compartir ese reducido espacio con otros residentes de la vivienda, algunos de ellos también en labores de trabajo, otros estudiantes, todos ellos conviviendo y haciendo uso simultáneo de pocos metros cuadrados por persona.
Reducción en permisos
El año 2020 también tuvo repercusión para el sector de la construcción. Aunque hubo una caída en la cantidad de permisos de construcción tramitados entre los años 2019 y 2020, esta no fue la baja más significativa en los últimos 5 años.
Entre el 2016 y el 2017 la variación de permisos de construcción fue de -16,4% mientras que, en el 2019 y 2020 fue de -13,4%.
La reducción en la cantidad de viviendas entre el año 2019 y 2020 afectó principalmente a las construcciones menores a los 50 m2 construcciones pequeñas y de tipo individual.
No obstante, la cantidad de bonos familiares de vivienda otorgados durante el 2020 se mantuvo y más bien experimentó un discreto aumento respecto a la cantidad de bonos otorgados durante el 2019.
Un dato que llama la atención es que en el 2020 se fortaleció una mayor participación de las familias con jefatura masculina en los bonos crédito.