El costo en operación diario de los buses eléctricos es cinco veces menor a los de diésel. Así se desprende de los primeros resultados del plan piloto.
Durante cuatro meses, dos unidades eléctricas (de las tres donadas por el Ministerio de Ambiente de Alemania) han circulado en la ruta San José – Desamparados – San Rafael.
El estudio sobre la operación de la primera ruta forma parte del proyecto piloto de electrificación del transporte público impulsado por el Gobierno costarricense, con apoyo del proyecto MiTransporte de la Cooperación alemana – GIZ.
Solo para el mes de mayo, el costo diario promedio de combustible para las unidades de diésel fue de ₡49.501 mientras que para el bus eléctrico fue de ₡7.898.
Los dos buses eléctricos puestos en operación entre marzo y mayo en la primera ruta del plan piloto, movilizaron a más de 88.000 pasajeros, un promedio de 514 pasajeros por día. Recorrieron más de 12.000 kilómetros por unidad, con un promedio de 147 km por día, y su periodo de carga fue de alrededor de 2 horas entre las 11 p.m. a 4 a.m., tiempo suficiente para que iniciaran la operación con un 100% de la batería.
La primera Dama, Claudia Dobles, comentó que este plan piloto permitió comprobar que es técnicamente viable electrificar el servicio de buses, “y que además, se obtienen beneficios en costos de operación y en la mejora de la calidad del aire”.
“Esperamos continuar las pruebas con rutas de distintas características y de esta forma robuster los datos que ya hemos recibido”, agregó.
A finales de este mes se iniciará con la segunda fase del plan piloto en la ruta Alajuela -San José, con el fin de continuar recopilando información técnica y seguir avanzando en la modernización del transporte público.
El tercer bus se utiliza en un plan de trabajo para realizar pruebas específicas que contribuirán a la actualización del estándar de buses que requiere cada área geográfica del país. El plan fue definido en conjunto por el Consejo de Transporte Público (CTP), el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (ARESEP).
Pasajeros y conductores satisfechos
El reporte de resultados muestra que la percepción de los pasajeros y los conductores ha sido positiva. Los operadores resaltan aspectos como la comodidad y la facilidad de operación, mientras que los pasajeros mencionan la suavidad en la conducción y la operación silenciosa como los beneficios más notables.
“Los resultados de los primeros meses del piloto han sido positivos. Los autobuses eléctricos han trabajado con un alto nivel de confiabilidad y no han reportado fallas mecánicas. Esperamos que con la siguiente etapa en la ruta San José-Alajuela (por el INVU) de Tuasa, podamos seguir generando condiciones marco para construir un modelo de operación replicable para electrificar el transporte público en el país”, afirmó Claus Kruse, director del proyecto MiTransporte de la Cooperación alemana – GIZ.
El ministro de Ambiente y Energía a.i, Rolando Castro, detalló que el proyecto finalizará en el primer trimestre del 2022, cuando se entreguen los informes finales que beneficiarán al país en una segunda etapa de desarrollo de la electromovilidad en el transporte de pasajeros.
El viceministro de Transportes, Eduardo Brenes, indicó que la prueba de esta tecnología es fundamental para aplicar los alcances de la Ley de Incentivos y Promoción para el Transporte Eléctrico, que exige un cambio del 5% de la flota existente por unidades eléctricas cada dos años.
“En un horizonte de mediano y largo plazo, será posible la modernización de la flota de autobuses y el cumplimiento de las metas del Plan de Descarbonización, esfuerzo que debe coronarse con la ayuda del sistema financiero y los plazos de las concesiones del sistema de transporte público a efectos de lograr un cambio en la tecnología de los buses y mantener tarifas socialmente aceptables para los usuarios”, agregó Brenes.
La donación de los tres autobuses eléctricos se realizó en el marco del proyecto MiTransporte, ejecutado por GIZ por encargo del Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) a través de su Iniciativa Climática Internacional (IKI).