La orden de inicio para la demolición de las propiedades ubicadas en el sector por donde pasará el último tramo de la carretera de Circunvalación Norte fue ejecutada desde días atrás; la mayoría de las familias que habitaban en este lugar ya se mudaron.
El barrio de Calle Blancos por donde pasará este tramo de carretera de 1,5 kilómetros de longitud ahora luce baldío y lleno de una montaña de escombros de las viviendas antiguas. Hay restos de tablas, blocks, varillas, piedra y tierra.
“Tengo 59 años de vivir aquí en este sector de Calle Blancos. El ambiente y los vecinos han sido excelentes y a uno le duele todo esto. Duele porque una de las casas que botaron era de mi suegra y otras de mi cuñada. Ahí habían recuerdos de los niños donde jugaban”, reconoce Roberto Loaiza, vecino de este sector.
“Esto lo esperábamos nosotros desde hace muchos años”, dice Loaiza sobre la carretera que tiene 40 años de espera, pero no fue sino hasta el pasado 20 de abril que la Contraloría General de la República (CGR) avaló una adenda al contrato de Circunvalación para construir este último tramo que unirá la Ruta 32 con Calle Blancos.
La espera ha sido parte de los habitantes de esta zona en Calle Blancos. Incluso una vecina adulta mayor contó a Costa Rica Noticias que desde que estaba pequeña recuerda que su padre le decía que la casa había sido construida tomando en consideración un espacio prudencial, pues sabía que en un futuro ahí se construiría una nueva carretera.
“Es parte del progreso” reconoce, Carlos Muñoz, hijo del dueño del taller mecánico El Chino, una de las pocas propiedades que se mantienen en pie pese a que la mayoría ya fueron demolidas.

Carlos Muñoz cuenta que este negocio suma casi 50 años de existencia y que no ha sido demolido debido a que no han concretado con el Ministerio de Obras Públicas y Transportes el pago del derecho comercial.
“Ha habido una negativa por parte del MOPT a pagarnos lo que nos corresponde, es el derecho comercial. Tenemos abogados que están llevando el caso”, precisó.
Un caso similar ocurre con la Panadería Arcía, cuyo dueño del negocio más no de la propiedad, Saúl Arcía, reclama que no se le haya pagado el derecho comercial.
“Tengo que ir a comenzar todo desde cero y voy a perder los clientes de tantos años. Ellos me llamaron el año pasado, yo estaba yendo con el abogado. Llevamos los papeles al Conav, pero nos dijeron que no había nada”, precisó Arcía.

Se buscó la versión del MOPT pero desde el departamento de prensa se indicó que el funcionario encargado tuvo una emergencia por lo que no pudo brindar declaraciones.
La última etapa de Circunvalación Norte estará a cargo del consorcio La Estrella- H Solís, mismas empresas que se encargaron de la construcción de los tramos que van desde La Uruca hasta Calle Blancos.
El costo de esta última fase será de $59,9 millones financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
