- Pacientes estuvieron internados en el centro médico en diferentes momentos entre el 2018 y este año
Daniela, Samanta y Carlos estuvieron internados en el Hospital Nacional Psiquiátrico en diferentes momentos y por diferentes razones.
Las experiencias vividas durante su estancia en ese centro hospitalario es algo que jamás desean volver a vivir, según lo revelaron días atrás en sus redes sociales.
Para conocer de cerca sus vivencias, Costa Rica Noticias contactó a los tres jóvenes quienes coinciden en que hay procedimientos médicos inadecuados, un mal trato por parte de algunos funcionarios y escasa atención directa de sus padecimientos por los profesionales afines, como psiquiatras o psicólogos.
“Es tanto el abuso de autoridad y las personas están tan acostumbradas a hacerlo, que lo ven normal. Es el diario vivir de ellos. Esta persona tiene una enfermedad mental, entonces no vamos a tomar en consideración lo que ellos dicen, ni vamos a darle el valor que merece su palabra”, afirma Daniela Leitón Villavicencio.
Samantha Castro Zúñiga agrega “Son muy insensibles con respecto a la situación por la cual usted ingresa. Es una situación en la cual usted no quiere estar“.
“Yo ya quería salir porque sentía que estaba todo empastillado y no se me estaba dando un tratamiento“, agrega Carlos Zúñiga Montero.
A estos cuestionamientos el Hospital Psiquiátrico respondió que ninguno de los jóvenes ha presentado una denuncia formal y que el trato dado a estos pacientes fue conforme a las normas estipuladas por el centro médico.
Daniela Leitón, estuvo internada en junio de este año. Asegura que recibió amenazas para ser sujetada y un mal trato de parte de la psiquiatra Krissia Rojas. La joven escribió en un cuaderno todos los momentos que vivió para luego relatarlos.
“Cómo puede ser posible que una persona que está, evidentemente, emocionalmente inestable, vaya a pedir ayuda a la persona que se supone que más le puede ayudar y esa persona le diga que se vaya porque si no, lo va a amarrar. Yo juro que no me acerqué a ella de una manera violenta, no le falté el respeto y más bien le dije que sí podía tener un momento de empatía y recordar que yo soy una persona“, expresa.
Por su parte, a Samantha Castro, le bastaron solo 15 días de internamiento en el 2018 para quedar horrorizada.
La peor experiencia que asegura vivió, fue cuando no se le permitió bañarse tras vomitar sobre la ropa mientras hacía una actividad física. Luego de reclamar fue sujetada, sedada y llevada a una unidad de tratamiento intensivo (UTI) dentro del mismo Hospital.
“En eso llegó el doctor y me agarró por acá (detrás del cuello), me agarró bastante fuerte y obviamente trataba de quitarlo, me estaba defendiendo porque me estaban agarrando injustamente, no ataqué a ningún funcionario ni nada”, relata la joven.
Y continúa narrando: “En eso veo que vienen más doctores y me ponen un paño en la nariz y la boca, les empiezo a decir que yo no puedo respirar. Me suben a una camilla y el doctor me empieza a agarrar de la mandíbula y sentía que el cuello se estaba destrozando literalmente”.
Según Samantha, pese a tener un antecedente de abuso sexual, estando en la UTI, cuatro personas intentaron quitarle su ropa para colocarle un tipo de pañal, pero a como pudo lo evitó.
La joven aseguró que mientras estuvo en dicha área, permaneció totalmente amarrada, incluyendo el dorso y extremidades.
Carlos Zúñiga Montero, entre tanto, estuvo internado en el 2018 por un lapso de un mes. Relató que la mayor parte del tiempo estuvo sedado, que la atención especializada del profesional en psiquiatría fue una vez cada 15 días y que el permanecer en una misma área con personas con otros trastornos, complicaba su estado.
“En cuanto a la atención psiquiátrica y psicológica, es básicamente nula porque no hay quien lo atienda a uno. Y también otra de las cosas, es que hay personas con otros tipos de problemas. En los pabellones nos organizan por zona geográfica, en el pabellón uno está la gente del GAM y en el dos, los de zonas alejadas. Entonces, el problema es que uno tiene contacto con gente con otros tipos de problemas y eso llega a ser estresante”, comentó.
Estos tres jóvenes aseguraron que nunca se les informó como serían abordados sus padecimientos, cuánto tiempo permanecerían ahí y qué medicamentos se les administraría.

Caja reenvía consultas al Hospital
Consultamos a la Caja de Seguro Social, sobre estos testimonios y el área de prensa nos refirió las preguntas al Hospital Psiquiátrico directamente.
En este centro médico, la Dra. Patricia Orozco, quien tiene el cargo de subdirectora, aseguró que no se han presentado las quejas formales ante el centro médico.
Añadió que el hospital cuenta con protocolos para el ingreso, estancia y salida, que debe aplicar el personal.
“Todo lo tenemos normado y los profesionales conocen los procedimientos. Tratamos de apegarnos a los derechos humanos y a profesionalizarnos cada vez más como hospital y a especializarnos”, dijo.
Sobre la sujeción y aislamiento de una persona, Orozco comentó que existe un reglamento, aprobado por la Junta Directiva de la Caja de Seguro Social, al cual deben apegarse los trabajadores del hospital y en este pueden participar cinco personas.
“Tiene varias fases, primero hay que tratar contener a la persona verbalmente, luego hay una contención farmacológica y si se ve que la persona está muy agitada o tiene mucho riesgo para él o ella y las demás personas, entonces se les sujeta por el menor tiempo posible”, explicó.
Contrario a lo que denuncian los jóvenes, la funcionario dijo que al menos una vez a la semana, el profesional de psiquiatría valora las personas internadas.
En cuanto a los fármacos que se les recetan a los pacientes, la funcionaria comentó que por lo general se les informa lo que están ingiriendo. Esto tampoco coincide con el testimonio de los jóvenes quienes aseguraron a Costa Rica Noticias que no se les comunicó lo que se les administraba.
Daniela, Samantha y Carlos también aseguraron que pese a pedir su salida del hospital, esta no fue expedita.
Al respecto, Orozco comentó, que según está establecido en el hospital, aunque la persona internada puede solicitar el egreso o bien su familia, esa decisión depende de la evaluación del paciente por parte del especialista en psiquiatría. Por lo tanto, ese médico puede decidir negarle la salida al paciente.
Proyecto de ley sobre salud mental
En marzo de este año, la diputada Paola Vega presentó un proyecto de ley sobre salud mental, el cual pretende establecer y garantizar derechos a personas con trastornos mentales.
Entre otros aspectos, señala que los pacientes tendrán derecho a:
- Ser acompañado antes, durante y luego del tratamiento por sus familiares, otros afectos o a quien la persona con padecimiento mental designe.
- En el caso de internación involuntaria o voluntaria prolongada, las condiciones de la misma sean supervisadas periódicamente por el Órgano de Revisión.
- Ser informada de manera adecuada y comprensible de los derechos que lo asisten, y de todo lo inherente a su salud y tratamiento.
- Solicitar cambio de profesionales o de equipo tratante.
Quisimos ampliar con la legisladora sobre la iniciativa pero no pudo atendernos ante el receso legislativo.
De los 1.500 trabajadores del Hospital Nacional Psiquiátrico, hay 30 psiquiatras, un número similar de psicólogos, tres internistas y dos neurólogos.
Por año, ese centro médico atiende unas 18.000 urgencias, 16.800 personas en consulta externa y egresan a 3.500 personas.
El grueso de la atención se concentra en los trastornos mentales mayores, que comprenden episodios psicóticos y trastornos afectivos como la bipolaridad y depresión.