La carrera de Luis Fernando Suárez como técnico solo tiene un trofeo importante, el conseguido en 1999 al mando del Atlético Nacional, al que llevó al título de la Liga de Colombia.
Ha dirigido otros once clubes pero con ninguno ha logrado ser campeón. Pero como seleccionador nacional la historia es distinta.
Costa Rica le da su tercera oportunidad de asumir un combinado nacional. En los dos anteriores tuvo éxito y dejó huella.
En el 2004 tomó las riendas de Ecuador y lo clasificó a su segunda Copa del Mundo, Alemania 2006, e hizo historia al llevar a los suramericanos hasta los octavos de final por primera vez. Cayó derrotado por la mínima ante Inglaterra, pero ya había llegado más lejos que cualquier otro.
Inició el camino a Sudáfrica 2010 pero renunció tras perder los primeros tres juegos eliminatorios.
Luego dirigió en su país y en Perú antes de llegar a Honduras para la eliminatoria rumbo a Brasil 2014. En la fase de clasificación logró victorias importantes: la H fue el segundo equipo, después de Costa Rica, en derrotar a México en el estadio Azteca; goleó 8-1 a Canadá; y logró la única victoria en casa ante Estados Unidos.
Los resultados no lo acompañaron en la cita en Brasil, donde no ganó y fue uno de los últimos lugares del Mundial.
Además, con la selección sub-23 de Honduras clasificó a los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012, en el que por primera vez pasaron fase de grupos y llegaron a los cuartos de final.
Suárez tiene 61 años y en sus nueve años de carrera como futbolista se desempeñó como defensa y volante. Está ligado a los banquillos desde 1994, cuando dirigió a Pereira de Colombia y fue asistente de Francisco Maturana en la selección de Ecuador. En total ha dirigido más de 600 partidos, con las selecciones ecuatorianas y catrachas, con varios equipos en Colombia, Perú y México.