La Selección de Costa Rica está en un abismo. Hoy la Tricolor es la única que disputará la octogonal que está sin técnico.
De sus siete rivales en la eliminatoria, seis tienen un proceso de más de un año en la selección. Solo El Salvador, que estrenó timonel en abril, y la Tricolor, llegarán a los juegos clasificatorios de setiembre con poco trabajo a cuestas.
Jamaica es quien tiene un proceso más largo con el mismo entrenador, ya que Theodore Whitmore está al frente de la selección desde hace cinco años. A él le sigue John Herdman, quien tomó las riendas de Canadá en enero del 2018.
Al inicio de la eliminatoria Gregg Belhalter llegará con casi tres años de trabajo al frente de Estados Unidos, mientras que Gerardo Martino y Fabián Coito acumularán más de dos años y medio al frente de México y Honduras respectivamente. Mientras tanto, Thomas Christiansen tendrá un año en el banquillo de Panamá.
Según comunicó la Federación Costarricense de Fútbol el viernes anterior, la comisión que elegirá el técnico en un plazo de 15 días, el cual se cumplirá el 25 de junio. Es decir, el técnico que llegue tendrá solo dos semanas para preparar a la selección de cara a la Copa Oro, y solo dos meses y una semana para alistarse para la eliminatoria.
Evidentemente es corto el tiempo, pero nosotros nos hemos comprometido a asumir esto 24/7 hasta que lleguemos a la recomendación. Vamos a trabajar de lleno buscando traer al técnico que tenga la posibilidad de trabajar la Copa Oro y en la Copa Oro preparar al equipo para el inicio de la eliminatoria
Costa Rica iniciará de cero, ya que tras la salida de Rónald González también se fueron los asistentes técnicos, por lo que el nuevo seleccionador llegará con todo su equipo.
La selección podría pagar caro la improvisación y el tiempo perdido durante la era de González y del uruguayo Gustavo Matosas.
La mayoría de seleccionados nacionales que disputaron el Final Four están de vacaciones, sin saber si contarán entre los planes del nuevo técnico, y quien llegue al banquillo Tricolor se enfrentará a una paradoja en la Copa Oro: lograr que la Sele vuelva al triunfo o tomarlo como su único fogueo de cara a lo más importante, la búsqueda de un cupo a la Copa del Mundo de Catar 2022, algo que hoy se ve muy lejano.
