Descubrir cuándo y cómo el cuerpo de una persona con Covid-19 está presentando un tormenta de citoquinas y-o generando coágulos, es el objetivo de cuatro especialistas en microbiología, un biotecnólogo, una psicóloga y otros profesionales de la Universidad de Costa Rica.

Los estudios están basados en análisis sanguíneos y con ello se puede determinar cuál es el mejor tratamiento para disminuir al individuo la posibilidad de entrar en un estado crítico.

En el caso de las citoquinas, proteínas que regulan la función de las células, los expertos explican que algunos pacientes graves con la enfermedad del Covid-19, el cuerpo las produce de forma excesiva como una manera desesperada para eliminar al enemigo, no obstante, en el intento de contrarrestar al agente infeccioso, se originan daños colaterales y el tejido humano resulta lastimado.

“Durante la progresión de la enfermedad se dan cambios en la concentración de citoquinas en la sangre. El medir esos cambios es una herramienta fundamental para el monitoreo de los pacientes hospitalizados por Covid-19 y también para evaluar la respuesta a los distintos tratamientos”, explicó el Dr. Javier Mora, microbiólogo del CIET-UCR.

Por su parte, en el tema de la coagulación, el riesgo radica cuando se forman coágulos sanguíneos que viajan por el torrente y obstruyen alguna arteria del corazón, los riñones, los pulmones o el cerebro.

“La sangre en nuestro cuerpo se encuentra en un estado de equilibro. Se ha visto que los pacientes con la enfermedad del Covid-19 rompen el equilibrio y lo llevan al extremo de formación de trombos. ¿Por qué? Básicamente, las infecciones despiertan una respuesta inmune. La reacción de esa respuesta se puede exacerbar y generar un aumento exagerado de citoquinas. Esa misma exacerbación de la respuesta inmune nos puede dar señales de la activación de la coagulación”, afirmó la Dra. Mariela Solano Vargas, del Cihata-UCR.

Si bien los científicos pretenden investigar de manera retrospectiva cuáles son los mejores indicadores para el monitoreo de pacientes graves, algunos resultados de los análisis ya están siendo usados por los médicos de cuidados intensivos del Hospital San Juan de Dios para guiar el tratamiento.

“Dichosamente, en algunos pacientes moderados en los cuales se logró determinar que estaban sufriendo de esta tormenta citoquínica de manera temprana, se les ofreció el tocilizumab, que es una sustancia que actúa sobre el funcionamiento de una de las interleuquinas que tienen mayor impacto en el paciente”, explicó el Dr. Ignacio Silesky, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del San Juan de Dios. 

El galeno añadió que en algunos de estos pacientes se ha tenido mejoría, han disminuido la progresión de la enfermedad, así como una menor probabilidad de que requieran de soporte ventilatorio e, incluso, su ingreso a cuidados intensivos. 

De acuerdo con los especialistas si los resultados globales obtenidos son satisfactorios, esta iniciativa de acción social de la UCR podría extenderse a otros hospitales.

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