Y también es la primera vez que lo hace luego de las salidas tan marcadas del equipo, como Jonathan McDonald, Kenner Gutiérrez y Cristopher Meneses.
Aclara que, lejos de medir el rendimiento deportivo, la medida obedece al cambio generacional que está dentro del plan deportivo que han trazado, con miras en conquistar la copa número 30.
Refiere que para el espacio de las nuevas figuras era necesaria la salida de jugadores que ya tenían muchos años en la institución, cuyo ciclo ha finalizado.
También liberó a Agustín Lleida de ser el responsable directo de incidir en no contar más con los servicios de los jugadores.
“Ninguna salida se debe a temas de indisciplina, consideramos que abajo viene alguien más, por tema de presupuesto y por gente que se quiere traer, no quiero personalizar, es un análisis que se determina con los recursos que tenemos, este es el presupuesto que responsablemente se puede tener”, comentó Ocampo.
Incluso, el presidente es honesto y manifiesta que no exigirá que la Liga juegue bonito, lo único que va a prevalecer es que gane el título.
“La Liga necesita un campeonato, por eso los movimientos son muy detallados, a mí ya no me importa si es jugando bonito o metiendo seis goles, con el formato de hoy es de resultados. La presión es ganar el título, ese panorama no puede estar ajeno a la realidad”, concluyó el dirigente.
Actualmente, el jerarca no piensa en la reelección, asegura que está buscando las opciones para poder sacar el equipo a flote, que se manejan bajo un presupuesto y que el mismo obliga a cambios, los cuales obedecen a la planificación de la disputa de dos torneos.
Sobre salidas y llegadas afirma que el ciclo aún no se cierra de cara al próximo torneo y la contratación de jugadores extranjeros dependerá en gran parte de la apertura de fronteras que permita el manejo de la pandemia provocada por el Covid-19.
