El primer trofeo del fútbol italiano después del parón causado por la pandemia generada por el coronavirus, se lo adjudicó el Napoli , en el Estadio Olímpico de Roma, luego de superar a la Juventus en los penales.
En la primera parte, el elenco del sur italiano salió con la intención de dominar la pelota y crear situaciones de gol, pero la presión alta del rival y la falta de ritmo evidente por la ausencia de fútbol de más de dos meses, hizo que varios jugadores fallaran pases claves que terminaron provocando ataques del contrario.
El duelo ofreció mucha transición por parte de ambos. La iniciativa del Napoli de replegarse rápidamente ante cada pérdida, hizo que el trámite fuera lento y se disputara lejos de los arcos.
La primera mitad se apagó con el cero en el marcador y una lección para la Juventus que debía buscar un juego más vertical si quería generar situaciones. En el complemento se mantuvo la monotonía de juego, aunque la Juventus se animó con algunos disparos de media distancia, pero que no generaron demasiado peligro.
Las mejores situaciones se dieron sobre el final y fueron para los de Gennaro Gattuso.
El árbitro marcó el final del tiempo reglamentario y llevó el desenlace hacia los disparos desde el punto penal.
Allí, Dybala y Danilo, que había ingresado en el complemento, fallaron sus disparos, mientras que por parte del Napoli convirtieron sus cuatro ejecutores.
La Vecchia Signora, máximo ganador de esta competencia, líder del torneo local y en octavos de final en la Champions League, había llegado a esta instancia tras dejar en el camino a Milan; mientras que los dirigidos por Gennaro Gattuso eliminaron en semifinales a Inter.