Durante cinco semanas el mundo deportivo encontró un tema común, lejos de los problemas de salud que afectan al planeta.

The Last Dance cerró su episodio de diez entregas en una serie-documental que, además, llegó en el momento justo, cuando casi todo el mundo estaba encerrado en sus casas y las ansias por consumir productos deportivos nuevos eran absolutamente crecientes y obedecían, sin duda, a una enorme necesidad.

El documental se convirtió en el escape perfecto para quienes disfrutan del deporte. Nadie puede negar que Michael Jordan es el deportista más influyente de todos los tiempos, en cualquier deporte y esta serie lo dejó aún más claro. Aún si no es un aficionado o fanático de la NBA, Jordan genera discusión, admiración, poderío y sobre todo dinero, mucho dinero.

El Último Baile fue, para las generaciones que disfrutaron en vivo esa época dorada del baloncesto, un reencuentro con sus ídolos, con quienes admiraron y que habían olvidado, al menos, alguna de sus proezas deportivas, porque fue una generación de basquetbolistas que marcó un antes y un después en la NBA. Todos, no solos los Bulls de Jordan.

Para quienes no los vieron y solo han observado videos o escuchado de la maravilla que lograron, fue descubrir por qué son admirados, ver la esencia de un deporte que en su liga más importante ha perdido brillo. Incluso, los más jóvenes defienden la realidad en la que viven y hoy están conociendo a los verdaderos “dioses del baloncesto”

Números. Hablando de números, The Last Dance rompió las cifras de consumo televisivo en cada episodio. Solo en Estados Unidos, el primer capítulo tuvo una audiencia de 6.1 millones de personas, esto nada más registrado en la cadena ESPN. Los restantes capítulos registraron cifras promedio de 5.8 millones de personas, siempre en el país estadounidense, pero los números de audiencia son claramente mucho más elevados, si se incluye los que lo observaron mediante la plataforma de Netflix, quienes, por política empresarial, nunca revelan los datos de sus audiencias. Eso sí, el documental es #1 en la lista de preferencias de la plataforma.

En redes sociales el documental tuvo cifras impresionantes: cuatro millones de reacciones solamente en sus días de estreno de capítulos, de acuerdo con los datos de Facebook, Instagram y Twitter.

Se podría seguir con detalles y reacciones casi interminables de lo que dejó esta serie-documental, lo cierto es que, para el mundo entero, no habrá nunca más dudas de que The Last Dance capturó en el tiempo justo a la audiencia deportiva y puso el listón muy alto ante cualquier otro tipo de entrega similar y eso, que en apariencia, faltaron muchas cosas por contar.  

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