Veinticinco transportistas de carga costarricenses están varados desde el sábado en suelo panameño debido al cierre de la frontera de Paso Canoas. 

Así lo confirmaron los propios choferes al periodista Freddy Parrales, del medio Grupo Colosal, quien este lunes hizo un recorrido por la zona limítrofe.

Este puesto fronterizo está bloqueado por los traileros panameños, en protesta por las medidas sanitarias establecidas por Costa Rica para el manejo de las mercancías en las aduanas terrestres.

Las disposiciones del gobierno costarricense pretenden evitar mayores contagios del nuevo coronavirus. A la fecha, el país ha rechazado el ingreso de 50 transportistas contagiados con el virus.

Al descontento de los traileros del lado panameño se unió la del resto de centroamericanos, asi como una orden del gobierno de Nicaragua para bloquear el paso de mercancias por los puestos fronterizos de Peñas Blancas y Las Tablillas en Los Chiles. 

 

Decenas de camiones con mercaderías están parqueados del lado panameño en la frontera con Costa Rica.  Transportistas de ese país bloquearon el paso por ese puesto. Foto: Freddy Parrales, Grupo Colosal.
Decenas de camiones con mercaderías están parqueados del lado panameño en la frontera con Costa Rica. Transportistas de ese país bloquearon el paso por ese puesto. Foto: Freddy Parrales, Grupo Colosal.

De esta forma Costa Rica quedó imposibilitada de importar o exportar bienes por ambas fronteras, mientras los esfuerzos para llegar a un acuerdo con los gobiernos de la región no han dado ningún fruto.

Representantes de diversas camaras empresariales y los mismos transportistas insisten en que el país debe flexibilizar las disposiciones sanitarias, pero el gobierno declinó argumentando que su primera responsabilidad es proteger la salud de la población. 

Fronteras abiertas

Entretanto, las autoridades costarricenses insisten en que el país no ha cerrado ninguna de sus fronteras y cuentan con mecanismos para permitir el tránsito seguro de las mercancías.

La ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez, quien este lunes mantuvo reuniones con sus pares de la región por más de cuatro horas, manifestó esta mañana que continuan trabajando en diálogo con el sector privado costarricense para encontrar mecanismos que permitan abordar el riesgo sanitario y asegurar la continuidad del comercio.

"Deseo enfatizar que Costa Rica no ha cerrado las fronteras ni ha cerrado el diálogo con la región", manifestó Jiménez.

Por su parte el ministro de Seguridad, Michael Soto, enfatizó en los dos mecanismos establecidos por el país para el transito de los furgones. 

Uno mediante los "cowboys", es decir caravanas de trailers de frontera a frontera resguardados por la Fuerza Pública. Ya se han efectuado tres de estos viajes.  Esto para mercancías que vayan del norte al sur o viceversa porque tienen como destino final otros países.

La otra modalidad es el enganche y desenganche de los cabezales. En este caso, cuando el transportista llega a la frontera desengancha el cabezal del furgón, deja la mercadería en un predio fronterizo y se devuelve a su país. Luego un transportista costarricense va con un cabezal y engancha el furgón e interna la mercadería en suelo costarricense. 

Soto dijo que la Fuerza Pública está preparada para colaborar con el manejo de estas mercaderías. 

No obstante, esta es la medida que más descontento genera entre los transportistas quienes alegan que las aduanas están preparadas para esa gestión y nadie les garantiza la seguridad de la carga hasta el destino final. 

Los transportistas abogan por que más bien se hagan las pruebas de Covid-19 a todos los conductores y se mejoren los tiempos de entrega de los resultados para evitar esperas de hasta tres y cuatro días en las fronteras.

Colaboró con esta información: Julieta Bejarano, periodista. 

 

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