Muchos usuarios del servicio eléctrico se quejaron por un incremento en sus facturas del servicio eléctrico del mes de abril.
Las distribuidoras eléctricas desmintieron un aumento en las tarifas en los últimos meses y explicaron que se trata de un incremento en el consumo ocasionado por el confinamiento de las familias debido a la pandemia.
En la actualidad cientos de familias tienen varios de sus miembros llevando clases virtuales, teletrabajando y además hay un uso más intensivo de los electrodomésticos.
Al incrementar el consumo eléctrico los usuarios corren el riesgo de pagar el Impuesto de Valor Agregado (IVA) el cual aplica para consumos mensuales superiores a los 280 kWh. Esto fue lo que le ocurrió a 23.300 familias.
Entre las seis empresas distribuidoras que conforman la Cámara de Empresas de Distribución de Energía y Telecomunicaciones (Cedet) suman 16 300 y en la Compañía Nacional de Fuerza y Luz 7000 usuarios residenciales más que tuvieron que pagar el 13% en el recibo de luz.
El presidente de Cedet, Allan Benavides, explicó que las familias han experimentado un aumento considerable en el recibo de luz porque permanecen más en sus hogares resguardandose del Covid-19.
Por su parte, el gerente general de Coneléctricas, Erick Rojas, hizo un llamado a los legisladores para que esta semana aprueben el proyecto de Ley relacionado con un impuesto indirecto.
Rojas recordó que las distribuidoras deben pagar el 100% del IVA al comprar la energía eléctrica que distribuyen, pero no pueden recuperar ese costo al venderlo a sus abonados.
Entretanto, en la Cooperativa de Electrificación Rural Los Santos, Coopesantos R.L, también desmintieron que hayan aumentado la tarifa.
En la zona de Los Santos, una familia cuyo consumo en febrero y marzo fue de 180 kwh pagó ₡16.205, al mes.
No obstante, en abril consumieron 281 kilowatts, es decir, 101 kilowatts más, y deben pagar ₡32.930.
Asimismo el director de Distribución y Comercialización Eléctrica del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), José Pablo Arguedas, informó que el consumo de los 710.000 clientes residenciales se incrementó en promedio un 6% desde que se declaró emergencia sanitaria por el Covid-19.