Francisca Hernández es una mujer de 35 años que padece una discapacidad a nivel de los nervios periféricos llamada  Charcot Marie Tooth.

Es vecina de Santa Cruz, Guanacaste y, según dice, en repetidas ocasiones ha tenido problemas para viajar en los autobuses de la empresa  Transportes Alfaro Ltda., de la ruta San José – Nicoya -Santa Cruz .

Esto, explica, debido a que  entre la rampa de acceso para discapacitados del autobús y la parte interna del vehículo existe un carril  en el piso del automotor con una profundidad de 12 centímetros que haría que su silla de ruedas cayera de inmediato.

Además, el espacio que debe ser para silla de ruedas tiene dos asientos parciales para personas sin discapacidad. Esa inconsistencia según comenta incumple con lo establecido por la ley 7600 que cobija los derechos de las personas con discapacidad.

El  pasado viernes 1° de Mayo,  Hernández tuvo un percance con el bus que sale hacia la Pampa a las 10 de la mañana, debido  a que por lo  antes expuesto pidió al chofer que acomodara mejor el bus para ella subirse con seguridad, pero según cuenta, el conductor prefirió montar primero a los demás pasajeros. Luego arrancó el automotor y se fue sin ella y su padre, aduciendo que ya era tarde.

Por su parte, la empresa de Transportes Alfaro envió un comunicado negando rotundamente lo expuesto por la joven .

"En relación con este tema el Gerente de Empresa Alfaro, German Alfaro, refuto por completo que se haya incumplido la normativa indicada en la Ley 7600 de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad."

“A la persona en cuestión se iba a brindar el servicio, incluso el chofer estuvo durante más de 20 minutos tratando de ayudarla, pero ella no quiso subirse al bus aduciendo excusas como que iba muy incómoda. Incluso ya estamos recolectando la declaración jurada (ante notario público) de cinco testigos quienes pueden dar fe de nuestra buena voluntad en este caso”, relató Alfaro.

El gerente indicó que; además, de las pruebas testimoniales la empresa tiene el respaldo de vídeos donde se puede notar claramente que en ningún momento el conductor del autobús impidiera trasladar a la pasajera. Además, el transporte posee la revisión de RITEVE debidamente aprobada y, precisamente, la verificación del buen estado de la rampa es un requisito fundamental para obtener ese visto bueno.

Consultamos a la Comisión Nacional de Personas con Discapacidad (CONAPDIS)pero no obtuvimos respuesta.

Mientras en el Consejo de Transporte Público (CTP), el director ejecutivo Manuel Vega dijo que vieron la queja de la usuaria en redes sociales y le pidieron al área técnica del Consejo , ponerse en comunicación con la empresa para que en un plazo de diez días dieran una respuesta de lo sucedido, lo mismo que con la usuaria y hacer poder  ejercer una posición al respecto del caso.

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