"Esta enfermedad es tan grosera que hace que la persona muera sola, sola. La familia no tiene ni siquiera el chance de poder despedirse", comenta consternado Juan Carlos Galva, uno de los hijos de Roberto Galva Jiménez, el primer fallecido en Costa Rica por Covid-19.
Además, brilló por sus tareas a favor a la CCSS, en donde fue gerente médico y además, fue primer superintendente de servicios de salud.
A sus 65 años se pensionó y dedicó su vida a viajar y a compartir con su familia. Su sueño era poder finalizar sus días en unión de sus seres queridos, pero el Covid-19 le negó esta oportunidad.
"La tristeza también viene del aislamiento, de la soledad, de lo cruel que es esta enfermedad. Mi padre era un adulto mayor, era un hombre muy consciente de su mortalidad, y de que en algún momento tenía que irse, pero siempre tuvo el sueño de irse rodeado de su familia, de sus hijos, nietos y bisnietos" contó Juan Carlos.
Galva adquirió el virus de una de sus hijas que trabaja en el Hospital de Alajuela. Ella fue contagiada por el también médico fallecido, el ginecólogo Reinaldo Albernas.
Este adulto mayor de 87 años, gozaba de buena salud y no tenía patologías que los antecedieran y que fueran crónicas, razón por la cual, nadie de su familia esperaba el lamentable desenlace de su vida. Murió solo, con un respirador, en una cama de cuidados intensivos.
Su pérdida la sufre la familia desde varios lugares del mundo, pues algunos familiares se encuentran fuera del país, y no han podido volver por las restricciones fronterizas.
"La familia no tiene el chance de poder despedirse de él, acercarse, y ni siquiera de compartir entre nosotros; la familia entera acatamos las órdenes, nos aislamos, nos cuidamos, no hemos podido reunirnos para hacer una misa o vela" lamentó el hijo del primer fallecido de Covid-19 en el país.
Juan Carlos Galva explicó que por el momento esperan que todo esto acabe para poder enterrar a su padre y darle el acompañamiento que se merece tras años de alegrías, enseñanzas y cariño.
Ellos, familia de médicos, hoy hacen un llamado para que las personas atiendan las medidas de prevención dictaminadas por las autoridades de salud, pues nadie se imagina lo doloroso de perder un familiar por Covid-19.
"Creo que la gente necesita hacer conciencia de que si yo me cuido, estoy cuidando también a las personas que están a mi alrededor, como una responsabilidad social para poder mitigar el impacto de la enfermedad, en lo que llega una cura, una vacuna o un tratamiento, que no sabemos cuanto tiempo va a pasar para que eso suceda", dijo Alejandra Galva, quien es odontóloga y trabaja para la CCSS.
La familia Galva es una de las 19 núcleos familiares costarricenses que han perdido un ser querido por este virus que ataca al mundo, por esta razón, el Ministerio de Salud insiste en la necesidad de mantener las medidas necesarias para evitar llorar la muerte de nuestros seres queridos.