- Andrea Vargas no deja sus entrenamientos pese a pandemia.
Los cierres de recintos deportivos como medida de contención ante la emergencia COVID-19 han provocado que atletas como la vallista clasificada a los Juegos Olímpicos de Tokio Andrea Carolina Vargas tengan que regresar a sus inicios y poner en marcha la creatividad para mantenerse en forma durante la cuarentena. 
La costarricense prácticamente tuvo que regresar a sus inicios porque, de saltar vallas en la pista de asfalto del polideportivo de Puriscal, ahora hace sus entrenamientos en la calle, en Estados Unidos, como incluso lo ha mostrado en sus redes sociales.
En declaraciones a la oficina de prensa del Comité Olímpico Nacional (CON), Vargas comentó que esperaba el cierre de la pista sintética del estadio del Westview High School, en Portland; razón por la que su entrenadora, Dixiana Mena, hizo un giro en el planeamiento y le recomendó poner las vallas frente a su casa para realizar las prácticas.
Futuro. Por otra parte, la nacional también habló sobre su futuro, al menos al que sucederá cuando la pandemia del Covid-19 pase.
“Seguimos entrenando en casa, a la espera de que pronto termine esta pandemia. Teníamos antes de esta alerta la planificación de competencias de cara a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, pero ante el cambio de fecha para julio del 2021, todo es diferente. Hay que esperar para ver qué competencias están en pie luego de que pase todo esto”, destacó la puriscaleña.
Andrea Vargas vive en Oregon, Estados Unidos, desde mediados del mes de octubre del 2019 junto a su esposo David Jiménez y su hija Avril. En el estado de Oregon hay más de 1.500 personas contagiadas con el coronavirus.
La tica es una de las cinco cartas costarricenses clasificadas a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Ella competirá en los 100 metros vallas.
