El impacto de la pandemia global por COVID-19 ya deja cifras desalentadoras, sobre todo en el sector turístico.
En el tercer mes del año se contabilizaron 127.201 llegadas internacionales por la vía aérea, cifra que en comparación con las 276.036 llegadas internacionales de 2019 representa un decrecimiento de 54% debido a la emergencia sanitaria mundial.
Costa Rica registraba uno de los inicios de año de mayor crecimiento: 10,4% en febrero y 5,2% en enero por la vía aérea.
Sin embargo, desde el 18 de marzo se prohibió el ingreso de turistas internacionales a Costa Rica, medida que ha sido extendida hasta el próximo 30 de abril, en aras de proteger la salud pública.
La Ministra de Turismo, María Amalia Revelo, recalcó que la recuperación de la salud del sector turístico será lenta y la estabilidad económica no llegará de la noche a la mañana, afectando a cámaras, pequeños empresarios y cadenas de artesanos.
“Las cifras de visitación turísticas de marzo reflejan las profundas repercusiones y afectación del sector turístico, el más golpeado por el COVID-19. Esta crisis afecta en su conjunto a toda la industria turística: hoteleros, transportistas, agencias emisoras y receptoras, operadores turísticos, guías, maleteros, cámaras y asociaciones, y cientos de encadenamientos asociados al turismo, como por ejemplo los grupos de artesanos”, agregó.
En marzo, Estados Unidos tuvo una caída de 56.5%. Esto significa que durante dicho mes ingresaron 68.772 visitantes de ese país a Costa Rica. El año anterior, en el mismo período, ingresaron 158.062 habitantes de esa nacionalidad.
Por su parte, se contabilizaron 24.367 llegadas de Europa por la vía aérea; esta cifra representa una disminución de 44.2% en comparación con marzo del 2019, cuando arribaron a nuestro país 43.662 visitantes del viejo continente.
Así las cosas, durante el primer trimestre del 2020 visitaron Costa Rica un total de 665.829 turistas por la vía aérea; una disminución porcentual de 14.2% en el ingreso de visitantes.
La Organización Mundial de Turismo (OMT) prevé que las llegadas de turistas internacionales a los destinos se reducirán entre un 20% y un 30% en el 2020, en comparación con las cifras del 2019.