Cuando una persona se recupera satisfactoriamente de la enfermedad del COVID-19, su organismo genera una inmunidad o resistencia, que puede ser extraída del plasma de su sangre y ser usada para salvarle la vida a otras personas con cuadros agudos provocados por el virus SARS-COV-2.

Esta es la propuesta de la Universidad de Costa Rica para apoyar a la caja y producir un medicamento que contra la enfermedad que tiene paralizado al planeta entero. A esto se le llama terapia con inmunoglobulinas y es una esperanza en el mundo ante la situación actual de pandemia.

La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), institución que propuso la iniciativa, contará con el apoyo del Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR).

Además, el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), junto con el Laboratorio Clínico y el Banco de Sangre de la Universidad de Costa Rica (LCBS-UCR), sumarán fuerzas.

“Las pruebas de control de calidad de las preparaciones de inmunoglobulinas purificadas con la metodología desarrollada por el ICP-UCR ya han sido evaluadas. Los resultados han mostrado que cumplen con todos los estándares internacionales requeridos para estos medicamentos”, afirmó el Dr. Henning Jensen Pennington, rector de la UCR.

En el ámbito internacional, la terapia con inmunoglobulinas levanta expectativas ante la situación actual de pandemia. Incluso, grandes compañías farmacéuticas como Grifols, de España, planifican su producción para julio del 2020.

Colaboración interinstitucional

El proyecto plantea una colaboración interinstitucional. La CCSS recolectaría plasma de donadores. Luego el Instituto Clodomiro Picado de la UCR utilizaría su experiencia en la manufactura de antivenenos, a fin de producir una preparación de anticuerpos purificados a partir del plasma.

Finalmente, la CCSS aplicaría el producto, con la esperanza de que la capacidad neutralizante de la preparación sea útil en el tratamiento

“La experiencia del ICP-UCR en la producción de lotes piloto derivados del plasma humano ha rendido resultados muy satisfactorios. Los productos obtenidos tienen un perfil de pureza muy similar a los productos comerciales producidos por grandes farmacéuticas. El proceso de manufactura fue patentado y se encuentra protegido en varios países como Estado Unidos, China y en los países de la Unión Europea”, amplió el Dr. León Montero, coordinador de la División Industrial del ICP-UCR.

Si se logran todas las autorizaciones necesarias, el ICP-UCR estima que el proceso de producción tarde aproximadamente un mes, incluyendo las pruebas de control de calidad para obtener el primer lote. Se calcula que, por 25 litros de plasma recuperado a partir de donantes, se puede generar 50 viales de 50 ml.

Al día de hoy, las autoridades de las instituciones involucradas están en constante conversación para la elaboración del plan.

Redacción: Andrea Salazar

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