Las procesiones de Semana Santa y las jornadas extraordinarias de confesiones quedaron suspendidas por orden de la Conferencia Episcopal de Costa Rica para prevenir la propagación del nuevo coronavirus.
Esto incluye las procesiones del Domingo de Ramos, viacrucis y la celebraciones de Resurección.
Además se suspenden las de jornadas de formación, reuniones de organización de actividades, catequesis y retiros espirituales, que impliquen la aglomeración de personas.
Las misas se mantienen en pie, aunque los templos deberán respetar otras disposiciones del Ministerio de Salud como entregar al hostia en la mano, no dar el saludo de la paz y mantener solo el 50% de la capacidad del templo.
“Como pastores del pueblo católico y ciudadanos, hemos seguido con suma atención y responsabilidad la crisis sanitaria surgida por la aparición del Covid-19 y su propagación en muchos ambientes, lo que nos ha motivado a tomar acciones tendientes a salvaguardar la Vida Humana y la Salud Pública,”, indicó la máxima autoridad de la iglesia Católica en una directriz remitida a párrocos, rectores y responsables de iglesias.
La Conferencia Episcopal pidió a los fieles acatar las disposiciones giradas por el Ministerio de Salud y demás autoridades, al tiempo que los instó a mantener las prácticas de oración, ayuno, abstinencia y obras de misericordia durante la semana mayor.
Los cultos
Por su parte, el presidente de la Federación Alianza Evangélica Costarricense, Rigoberto Vega, explicó que esa organización se mantiene atenta a acatar las directrices giradas por el Ministerio de Salud.
Añadió que algunas iglesias, de forma voluntaria, han decidido suspender los cultos u otras actividades que impliquen aglomeración de gente, pero desde la Federación no se ha girado una orden en ese sentido.
De acuerdo con Vega, el 27% de la población del país, es decir, 1,3 millones de personas son evangélicos.
Redacción: Mercedes Agüero R, Jefa de Información.
