Walter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial confirmó la tarde de este jueves que el asesinato de la niña de 4 años en Tuetal de Alajuela se debió a fuertes golpes, que dañaron principalmente su hígado y corazón, provocándole una hemorragia interna que la llevó a la muerte.
“La realización de la autopsia permitió establecer y comprobar la existencia de múltiples golpes y lesiones en prácticamente todo el cuerpo, algunas recientes, otras antiguas y de distinta dimensión”, manifestó Espinoza.
Además, el director afirmó que la muerte de la menor es compatible con el síndrome del niño agredido.
La institución se mantiene pendiente de varias diligencias y en este momento las está ejecutando para conocer a profundidad cómo fue el deceso de la niña y encontrar a los responsables.
Por el momento, los principales sospechosos son su madre de 34 años y el padrastro de 18 años. Ambos fueron detenidos, pues Espinoza confirmó que la manera de muerte de la menor es homicida.
De hecho, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) ya tenía una alerta sobre presuntas agresiones en la familia de la menor, pero la institución no respondió a tiempo para intervenir de la manera requerida.
En un lapso de un año han muerto dos niños en Alajuela, los dos casos eran de conocimiento del PANI, señaló la Defensoría de los Habitantes.
Por lo tanto, la Defensoría le solicitó a la Fiscalía iniciar una investigación para asentar a los responsables en el PANI.
Mientras que Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños informó que en el 2019 recibieron 1356 interconsultas, es decir, consultas sospechosas de abuso infantil que llegan a este centro médico y son remitidas al Área de Trabajo Social del PANI. La mayoría de los casos son de Desamparados y Alajuelita y de niños menores de cinco años. Se atienden casi cinco casos al día por agresión infantil.
Debido a este caso, la presidente del PANI, Patricia Vega presentó su renuncia este jueves.
Redacción: Paula Bogantes, periodista practicante
